
El 4 de noviembre de 1922, el arqueólogo Howard Carter descubrió en el Valle de los Reyes, cerca de Luxor, Egipto, la tumba casi intacta del faraón Tutankamón, hecho que marcó la historia y dio origen a la llamada “egiptomanía”: la fascinación mundial por la antigua cultura del Nilo, que hasta la fecha no se ha apagado.
Este hallazgo no sólo cambió la concepción de la egiptología, sino que le regresó al pueblo egipcio el orgullo por sus raíces y lo incitó a la defensa de su patrimonio cultural. Por ello ayer se inauguró la casa-museo de Howard Carter en Luxor, en el cual los turistas pueden apreciar parte de las seis mil piezas que integraron el vasto tesoro con el que el monarca fue enterrado en el 1325 a.C., cuando tenía tan sólo 19 años.
El centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankamón también fue conmemorado en redes, donde los internautas remarcaron la influencia que la cultura egipcia ha tenido en la cultura popular.







LA RAZÓN